Koré

De alabastro haré tu cuerpo,

los ojos de cristal de roca,

la voz del sonido del agua,

de las entrañas del volcán tu boca.

Del color del viento será tu alma,

de la amplitud del mar el pensamiento,

la mirada de la luz de la mañana,

del ímpetu de la tormenta el sentimiento.

No sé si hago bien en traerte aquí,

pero así con estos dones te invento,

yo así te creo.

Que dios si puede, te de el aliento.

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